Mittwoch, 14. Dezember 2016

La dicha de (no) estar enfermo.


Nadie puede discutir que los mas importante en este mundo es la salud y que el resto solo puede ser secundario comparado con el bienestar fisico y mental, y estos dos deben tener la mas alta prioridad para uno por que la vida entera depende de ellos.
Hay tiempos en el que uno enferma, ya sea con un resfriado común o una enfermedad mas seria e indeseable. Estos son los días en los que uno extraña estar sano. Sin embargo, incluso de estas situaciones uno no deja de aprender o recordar cosas importantes.
Voy a referirme por experiencia propia sobre el primer caso (y espero que sea solo de este) donde uno espera recuperarse de un resfriado con algo de descanso y Buena dieta liquida.
Es mi cuarto dia con este pinche resfrío,  pero hubo momentos en los pasados dias en los que solo pude sentirme dichoso por las siguientes razones.

Cuán seguido tengo la oportunidad  en un dia regular de tomarme tranquilo un té con limón y miel en cama? Esto es lo que me pide el cuerpo y de seguro es mucho mas saludable que mis normales 3 tasas de café diarias que me mantienen  alerta y despierto en el trabajo.

Cuan a menudo puedo cocinarme una sopa y tomármela sin ningún tipo de apuro?  Pues de lunes a viernes solo puedo esperar ir a almorzar a la cantina del trabajo, comer lo mas rápido posible y continuar con el laburo para terminar a tiempo. Realmente me gusta cocinar (los fines de semana) pero muchas veces preferimos ordenar comida exótica y ahorrarnos la lavada y el tiempo.

En mi caso particular, hacer ejercicios frecuentemente es tan importante en mi vida como el mismo respirar, y si no ejercito pues me siento cascarrabias (y esta infelicidad no va a ser apreciada ni en el trabajo o en la casa). Realmente hace una diferencia en mi vida esa pequeña dósis de hormonas que el hacer deportes trae. Pero estos sentimientos me llevaron desde que era chico a estresarme y llevarme al limite de lo humanamente possible. Pues un buen descanso es tan importante como el mismo entrenamiento. Debido a que en este instante no podría hacer mas de 3 flexiones seguidas, tengo nuevamente una oportunidad para descansar la máquina. De echo pienso descansar hasta que venga el año nuevo para dar a todas esas calorias extras navideñas la oportunidad de integrarse en mis crecientes rollos.

Sobre tiempos de dormir en estos dias de convalecencia, nunca tuve una mejor siesta que en la cama de mi hijo mientras que mis dos pequeños jugaban sobre mi. No tengo que mencionar que lo mas cercano a una siesta en una semana normal es cerrar los ojos por tres minutos en el tren de vuelta a casa evitando todo tipo de contacto físico con extraños.

Este tipo de estado de convalecencia durante o despues de una enfermedad le da a uno la oportunidad de concentrarese en su salud y necesidades propias. Al final de cuentas uno mismo es responsable de proveer lo que  uno mas necesita, algo de paz en el cuerpo y mente.
Y por cierto, si uno encuentra un compañero con quien uno pueda compartir los lamentos de estar enfermo, pues mejor aún. Esta vez compartimos la cama de los enfermos con  mi pequeño de 6 meses que tambien esta resfriado. El año pasado fue con mi otro hijo de entonces 2 años. A ellos, como a mi, no nos gusta cuando no podemos respirar  con todas esas mucosidades de color que nos atascan las narices. Pero al menos nos tenemos uno al otro para compratir las penas de estar enfermo mientras nos quedamos en pijamas todo el dia en casa.





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